Transportes INLAGRI adquiere cinco Iveco Stralis propulsados con GNL

La empresa alavesa ha apostado por Iveco para ampliar su flota con la adquisición de cinco nuevas unidades de su vehículo pesado Stralis propulsado por gas natural licuado (GNL).

 
Los vehículos adquiridos por Transportes INLAGRI son Stralis del modelo AT440S33T/P con cabina Hi-Road, propulsados por un motor Cursor 8 de gas natural licuado (GNL) con una potencia de 330CV e intarder. Tienen un sistema de doble alimentación de gas natural licuado (GNL) y comprimido (GNC). Para ello, disponen de un depósito de 567 litros de GNL y cuatro bombonas de GNC, con una capacidad total de 280 litros que, en conjunto, les dan una autonomía de, en torno, a los 800 kilómetros. Además, están equipados con la última tecnología de seguridad y han sido fabricados atendiendo a las demandas de la empresa.
 
El gas natural (o metano) es un combustible mucho más limpio que los derivados del petróleo, con unas emisiones de partículas un 95% inferiores a las de un diésel y de un 10% menos en el caso de CO2, el equivalente a 85 toneladas anuales. Además, el motor es entre un 50% y un 75% menos ruidoso que un diésel Euro VI, lo que supone que un Stralis GNL reduce las emisiones acústicas entre 3 y 6 decibelios en comparación con otro camión de la misma potencia. 
 
David Arnedo, gerente de la empresa de transportes destaca la apuesta de INLAGRI por ofrecer "unos servicios logísticos más limpios y eficientes".
La operación se ha realizado a través del concesionario oficial Iveco Bomloy en las provincias de Álava, Vizcaya y Burgos, confirmándose el compromiso de la marca con el desarrollo de motorizaciones que empleen energías alternativas al diésel

* En la imagen: Jaime Baquedano, director Business Line Vehículos Pesados de Iveco; Gloria Etxebarria, responsable del Área de Transporte del Ente Vasco de la Energía (EVE); David Arnedo, gerente de Transportes INLAGRI,  y David Bombín, gerente de Bomloy.
 

 

  • Según las estimaciones de Iveco, este vehículo permite un ahorro de combustible del 40% y una reducción del 10% en los costes totales de explotación (TCO) respecto a los diésel.
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