ASTIC ha aplaudido el despertar de este letargo burocrático que "sólo dificulta y ralentiza la actividad del sector". Considera, al igual que la Comisión, que la aplicación sistemática de la legislación sobre el salario mínimo por Francia (desde el próximo 1 de julio) y Alemania (desde 2015) para todas las operaciones de transporte internacional en sus respectivos territorios "restringe de forma desproporcionada la libre prestación de servicios y la libre circulación de mercancías, atentando contra los principios fundamentales y tratados de constitución de la Unión Europea".
La asociación presidida por Marcos Basante resalta la presión ejercida por las suma de diferentes asociaciones del transporte europeas, entre ellas la propia patronal española, que han llevado a que la Comisión haya decidido enviar una carta de emplazamiento a Francia, ya que "constituye el primer paso a dar en el procedimiento de infracción", aseguran. La Asociación pide máxima agilidad a las instituciones europeas en la tramitación del procedimiento, ya que "la inseguridad jurídica actual está impidiendo el normal flujo de tránsito de personas y mercancías por los Estados miembro".
[ Solicitan el aplazamiento del salario mínimo francés ]
Nuevo toque a Alemania
Por otro lado, también se informa que la Comisión ha decidido enviar una carta de emplazamiento complementaria a las autoridades alemanas. Esto pone en marcha, de nuevo, un procedimiento de infracción iniciado en mayo de 2015 y que se había quedado parado en el tiempo.
Una legislación clara
En ambos casos, la Comisión considera que la aplicación del salario mínimo para determinadas operaciones de transporte internacional no pueden justificarse, ya que crea barreras administrativas y burocráticas desproporcionadas, que impiden que el mercado interno de funcione correctamente. ASTIC solicita la creación de "una legislación clara para todos los Estados de la Unión Europea que permita la libre circulación de bienes y servicios".
