Desde la Confederación recuerdan estos nuevos peajes suponen una doble imposición fiscal, “puesto que ya pagamos y en exceso las infraestructuras por las que transitamos”. Además consideran que es evidente que estos peajes tienen “trampa” porque “se penaliza principalmente a los transportistas que realizan transporte internacional, quienes obligatoriamente deben utilizar estas vías de conexión con el resto de Europa”.
Anticipan que el futuro de estos peajes podría ser similar al del Céntimo Sanitario, que fue devuelto después de que el Tribunal de Justicia europeo sancionase al Gobierno español.
[El transporte parará durante los primeros días de enero]
Duplican los precios del resto del país
En relación con los aspectos económicos, denuncian que las tasas de los tres tramos del peaje en la N-I (de 0,34 hasta 0,44 euros por kilómetro) duplican sobradamente los establecidos en el resto del país, cuya media se sitúa en los 0,18 euros por kilómetro.
Y se muestran escépticos sobre la finalidad de los 30 millones de euros que se recaudarán cada año en Guipúzcoa. “¿A la conservación de las carreteras? La experiencia nos demuestra que este aserto bien podría ser una tapadera”, afirman.
Una Euroviñeta encubierta
Los responsables de la CETM lamentan que, cuando existe el compromiso de Fomento de no implementar la Euroviñeta en nuestro país, este tipo de tasas “puedan extenderse como una mancha de aceite por el resto del país” y citan como ejemplo los peajes obligatorios de La Rioja.
