La sentencia confirma que el requisito recogido en la normativa española incumple el reglamento comunitario de 2009, a pesar de que este establece que ‘los Estados miembros pueden decidir imponer requisitos adicionales’ y obligará a España a revisar de la redacción del ROOT.
ASTIC augura que se agravará el principal problema que aqueja al tejido empresarial español en esta actividad: el excesivo porcentaje de microempresas que lo constituyen, lo cual sitúa a España a la cabeza europea en el “ranking de atomización” empresarial del transporte por carretera.
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Dinamita el muy tímido proceso de concentración empresarial
Para Ramón Valdivia, director general de ASTIC, esta sentencia “ha caído como un jarro de agua fría” pero asegura que, “con su sentencia, el TJUE dinamita el ya de por sí muy tímido proceso de concentración empresarial que nos ha llevado en España, en dos décadas, de menos de dos vehículos de media por empresa a más de tres. No compartimos la visión del Tribunal, favorece la fragmentación societaria cuando necesitamos todo lo contrario, pero, a pesar de ello, también hay que señalar que no es de esperar que se produzca una debacle en el sector”.
El gran problema: Faltan conductores
Desde la asociación señalan que la problemática más acuciante del sector se centra en la falta de nuevas vocaciones que incorporar al colectivo de conductores profesionales. Esto es una realidad estructural, no coyuntural, que tiene orígenes complejos y muy variados y que está limitando el crecimiento de la actividad del sector al ritmo que exige la demanda social de transporte de mercancías, y ese es un problema que no va a resolverse súbitamente sólo por el hecho de un cambio de normativa de acceso al mercado.