CETM La Rioja rechaza la implantación de peajes para camiones en Navarra

Lamentan que en tan solo dos meses los transportistas hayan pasado de ser héroes a volver a molestar y a sufrir las trabas de las administraciones.

 
Los responsables de CETM La Rioja consideran que el Gobierno Navarro quiere implantar peajes exclusivos para camiones en las carreteras N-121, A-10, A-15, A-68 y A-1 solo con “un afán meramente recaudatorio” porque “no persigue los consabidos argumentos de seguridad vial o descongestión del tráfico”.
 
Si finalmente se pusiesen en funcionamiento, “estos peajes lastrarían nuestras ya de por sí maltrechas empresas transporte, dificultarían hasta el extremo la salida de nuestros camiones a Francia y, por lo tanto, se pondrían en peligro las exportaciones”, explican.
Una vez más recuerdan que el transporte por carretera aporta vía impuestos 22.000 millones de euros anualmente a las arcas del Estado. “Y es discriminado constantemente por unas Administraciones que tratan de potenciar otros modos de transporte”, aseguran
 
Lamentan que pese a sentencias como la que recientemente ha dictado el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que declaraba nulos los peajes implantados por la Diputación de Guipúzcoa en enero de 2018,  o las emitidas por Tribunal Supremo primero y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid corroborando que desviar camiones pesados a una autopista de peaje no se ajusta a derecho, las administraciones y las patronales constructoras y concesionarias de infraestructuras “clamen juntos la imposición de nuevos peajes a los principales usuarios de las carreteras: los camiones”.
 
CETM LA Rioja concluye su comunicado con una petición muy clara a todos ellos: “dejen que el sector del transporte de mercancías por carretera siga desempeñando su encomiable servicio a la sociedad y no le pidan que se haga cargo de las desorbitadas cuentas de las fiestas que, en forma de obras faraónicas, organizan juntos”.

  • “Dejen que el sector del transporte de mercancías por carretera siga desempeñando su encomiable servicio a la sociedad y no le pidan que se haga cargo de las desorbitadas cuentas de las fiestas que, en forma de obras faraónicas, organizan otros”.
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