De este modo se facilita el acceso a la formación de los alumnos, tanto los que aspiran a su primera obtención de la autorización ADR como a los que precisan de su renovación o perfeccionamiento. Se contribuye a que el transporte de mercancías “continúe en su máxima eficacia de funcionamiento”, destacan los responsables de AT Academia del Transportista.
Por otra parte se garantiza la continuidad productiva de los centros de formación en momentos de gran precariedad económica.
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