Desde la Confederación recuerdan que uno de los compromisos de la Comisión Europea era el mantenimiento de los denominados ‘green lanes’ o carriles verdes para facilitar el tráfico de los vehículos de transporte de mercancías en los cruces fronterizos, donde el tiempo de espera no debería superar los 15 minutos. “Sin embargo, esto dista mucho de la realidad, y este tipo de medidas unilaterales solo perjudican a un sector esencial para garantizar el suministro de supermercados, hospitales, farmacias, comercios y, en definitiva, del conjunto de la sociedad”, lamentan.
Ante las quejas de los transportistas que reclamaban “una acción inmediata” para garantizar la actividad del transporte, la Comisión Europea se ha limitado a manifestar que “la posición de la UE no ha cambiado” y ha insistido en que “es necesario que las medidas individuales sean proporcionadas y no perjudiquen al sector”.
[Medias restrictivas en Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Portugal, entre otros países]
Tal y como señala la IRU, más de 7.000 camiones mueven mercancías en el corredor Norte-Sur a través del Tirol todos los días y decenas de miles de camiones utilizan el corredor Este-Oeste hacia Alemania a través de la República Checa, otro de los principales ejes de transporte para Europa Central. Estas cifras se asemejan al tráfico de vehículos en el corredor Dover-Calais, donde en el mes de diciembre miles de conductores estuvieron retenidos durante varios días después de que Francia exigiera una prueba negativa.
La CETM reclama que los países europeos garanticen el paso de los camiones sin restricciones o de lo contrario, “podrían producirse situaciones similares a las que se vivieron en Reino Unido, poniendo en riesgo el bienestar de los profesionales del transporte y el funcionamiento de las empresas del sector”, advierten.
Zancadillas al transporte: la utopía de los 15 minutos de espera
En la misma línea que la IRU, la CETM reclama que se exima al transporte de mercancías de las medidas restrictivas que no dejan de proliferar por distintos países europeos. “Ponen en peligro el funcionamiento de la cadena de suministro, provocando esperas y retenciones”, aseguran.
