Los peajes de Pedro Sánchez pueden ahogar al transporte de mercancías

El Gobierno ya ha planteado la fecha en la que todas las autovías serían de pago, una medida que podría escalarse a toda la red de carreteras

 
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) nuevamente ha mostrado su oposición al pago por el uso de autovías que el Gobierno ha incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas, en el que el Ejecutivo baraja 2024 como la fecha en la que se implementaría esta nueva tasa.
 
11.000 millones cada año
Desde la patronal española del transporte internacional por carretera recuerdan que  los usuarios de las carreteras españolas -particulares y profesionales del transporte- ya pagan “mucho más de lo que costamos –creación y mantenimiento de las redes viales incluidos–” con los impuestos sobre el combustible. Teniendo en cuenta solo el Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), los usuarios de la carretera generan anualmente unos 11.000 millones de euros de ingresos en las arcas públicas. “En el caso del transporte profesional, un tercio del coste total operativo corresponde al gasto en combustible, a lo que hay que sumar otra serie de gravámenes, tasas y cargas varias ligadas a la actividad (ITV, autorizaciones de vehículos, tasas de tracción mecánica, revisiones de ADR y ATP…). Es decir, esta nueva tasa es, en realidad, un “repago””, aseguran.

[Las constructoras celebran la llegada de los peajes]
 
Tasa tóxica para nuestra economía
Desde ASTIC consideran que los nuevos peajes “tendrían efectos tremendamente negativos en la competitividad de la economía española ya que encarecería el precio de nuestros productos y lastraría la competitividad del pujante sector exterior de bienes, uno de los principales cimientos de nuestro PIB; y de servicios como es el sustancial volumen de turistas que nos visitan por carretera”. El transporte de mercancías y pasajeros por carretera son claves para nuestra economía y estratégicos para la reconstrucción económica de España (representa el 5% del PIB y da trabajo directo a más de 520.000 personas). En España, el 95% del movimiento terrestre de mercancías y el 85% del de personas tiene lugar por carretera, gran parte de él en autobuses y autocares.
 
El sector del transporte por carretera: menos del 6% de las emisiones de CO2
Uno de los motivos que se esgrimen, además del coste de mantenimiento de la infraestructura, es imponer estos peajes para reducir el impacto de la carretera sobre el medio ambiente, bajo la premisa de "quien contamina paga", pero el sector del transporte profesional por carretera (camiones y autocares) en la UE representa menos del 6% de las emisiones de CO2, es decir, el 0,5% del total mundial.
 
Aumentará la siniestralidad
Desde la asociación apuntan que los nuevos peajes llevarán a muchos conductores a buscar vías alternativas mucho más peligrosas. “El tráfico se derivará a carreteras secundarias, algunas de ellas, con déficit de mantenimiento y conservación”, advierten.
 
Todos nos beneficiamos de una buena red de carreteras
El director general de ASTIC, Ramón Valdivia, ilustra la importancia del sector del transporte por carretera de forma muy clara: «La dueña de un restaurante en un apartado pueblo, tenga coche o no, lo use o no, se beneficia de que la red de carreteras españolas permita que le lleguen tanto suministros como clientes hasta su negocio. Si extrapolamos este ejemplo a medicinas, vacunas como las del Covid, suministros agrícolas, distribución de pesca o casi cualquier otra faceta de la actividad cotidiana, veremos que, sin carreteras, nuestra sociedad sería mucho menos eficiente, cohesionada y próspera. Por tanto, entre todos debemos sufragarlas, ya que sin duda todos nos beneficiamos de la existencia de una buena red de carreteras; además hay que insistir en que los usuarios ya pagamos con creces vía impuestos de hidrocarburos”.
 
 
 
 

  • Desde ASTIC consideran que los nuevos peajes “tendrían efectos tremendamente negativos en la competitividad de la economía española ya que encarecería el precio de nuestros productos y lastraría la competitividad del pujante sector exterior de bienes, uno de los principales cimientos de nuestro PIB".
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  • Además recuerdan que los los usuarios ya pagamos la red de carreteras "con creces vía impuestos de hidrocarburos".
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