Según ha hecho público la Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia, un transportista fue recluido en una jaula de dos metros cuadrados, de la que únicamente podía salir si el personal autorizado de la empresa propietaria del almacén le abría una llave electrónica, en un almacén de cartonajes de Amposta (Tarragona).
Desde Froet han mostrado su indignación por este suceso. “Este tipo de actitudes podrían considerarse como un delito de retención ilegal, pero, por lo que se ve, algunos cargadores ya están considerando a nuestros conductores como esclavos o animales”, aseguran. Además, lamentan que este tipo de conductas esté acentuando el problema de la escasez de conductores profesionales en Europa.
Despedido
“Lo peor de todo esto es que el sector está tan denigrado que la difusión del vídeo le ha costado la pérdida del trabajo al transportista que trabajaba para un gran operador de transportes murciano que, en lugar de dirigirse a su cliente para afearle su conducta y defender la dignidad de los transportistas que trabajan para él y la suya propia, ha optado por castigar al que ha sufrido tal vejación intolerable”, asegura Manuel Pérezcarro Martín, secretario general de FROET.
