Sin embargo, el nuevo Decreto generó alarma entre las organizaciones de transportistas que prestan estos servicios y los concesionarios de vehículos industriales, ya que limitaba las actuaciones de reparación y asistencia en carretera de los vehículos averiados, sea cual fuera su clase, apostando preferentemente por su remolcado y traslado a taller, lo que en el caso de los vehículos de transporte representa un sobrecoste económico porque su aplicación literal en la práctica impedía la actuación de los vehículos taller.
Por ello, según informa Fenadismer, a fin de subsanar dicha regulación la Dirección General de Tráfico ha iniciado la tramitación de modificación del citado Decreto estableciendo una excepción a la regla general del remolcado obligatorio del vehículo averiado o accidentado en carretera en el caso de los vehículos pesados, los cuales podrán ser reparados ‘in situ’ cuando sea posible.