Como alternativa está previsto instaurar ayudas selectivas para los que utilizan los vehículos para trabajar. El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, ha explicado que estas medidas buscan “apoyar al que trabaja” y ha asegurado que las finanzas públicas “no permiten” mantener la subvención indiscriminada al precio del carburante.
[España prorrogará las bonificaciones a los combustibles]
Le Maire ha señalado que la rebaja del precio de los combustibles le cuesta 800 millones de euros mensuales a las arcas públicas, mientras que la futura ayuda selectiva para quienes necesitan el vehículo para trabajar supondrá unos 2.000 millones para todo el año.