A su juicio es “irresponsable” modificar la regulación sobre pesos y dimensiones sin que, previamente se hayan analizados sus efectos sobre el sector. “Ya sabemos que los cargadores van a resultar muy beneficiados, evidentemente, pero nadie se ha preocupado de conocer lo que le ocurrirá al transportista, la pieza más débil en este escenario”, apunta Perezcarro.
El secretario general FROET desvela que el CNTC está intentando “que la norma se implante lo más tarde posible, esperando que la economía vuelva a crecer y el escenario sea más favorable”, y se muestra partidario de esperar a la publicación de la nueva regulación de masas y dimensiones que está preparando la Unión Europea, con objetivo de reducir en el transporte de mercancías las emisiones de CO2. “Lo más prudente sería esperar porque no está el horno para bollos”.
Las 44 toneladas: ¿la puntilla para el sector del transporte?
“Si en estos momentos sobran camiones y, por lo tanto, la competencia aumenta y los precios del transporte son presionados a la baja, ¿Qué ocurrirá cuando se incremente en un dieciséis por ciento o más – según el tipo de camión – la oferta de transportes por el simple cambio de una norma administrativa?”, reflexiona Manuel Perezcarro Martín, secretario general de FROET.
