Los responsables de ACEA recuerdan que para cumplir los niveles de reducción de CO2 propuestos recientemente (-45 % para 2030), tendrían que estar en circulación unos 400.000 camiones eléctricos a batería y propulsados por hidrógeno (principalmente de larga distancia) en la UE carreteras a finales de la década. “Estos vehículos necesitarían más de 50.000 cargadores aptos para vehículos pesados, incluidos unos cargadores de 35.000 megavatios, así como al menos 700 estaciones de servicio de hidrógeno. Con el estado actual de la infraestructura de carga y reabastecimiento de combustible, incluso los objetivos actuales de CO2 (-30 % para 2030) están fuera de alcance”, advierten.
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ACEA considera que ni los objetivos fijados en cuanto a producción de energía ni los plazos de implementación cubren las necesidades de los vehículos pesados. “Deberán hacerse más ajustes para adaptarse a los requisitos específicos de los camiones”, señalan.
Por último, los fabricantes reclaman que los estados aceleren los procesos de planificación y obtención de permisos, se actualicen las redes eléctricas y se pongan a disposición áreas adecuadas para la recarga de camiones.