El pasado mes de febrero, la Comisión Europea endureció aún más los objetivos de reducción de emisiones de CO2 de los nuevos modelos, situándolos en un 45% en 2030, en un 65% en 2035 y en 90% en 2040. A juicio de los responsables de Faconauto y Repsol estos objetivos resultan poco realistas, “ya que al final de la década tendría que haber 30.000 vehículos industriales de más de 3,5 toneladas, eléctricos o propulsados por hidrógeno” y “el año pasado sólo se matricularon 89 camiones eléctricos en el mercado español y la infraestructura de recarga para el transporte pesado es prácticamente nula”, recordaron en el II Observatorio del Vehículo Industrial.
Hoja de ruta
Faconauto y Fundación Repsol han coincidido en señalar que se tienen que asegurar las condiciones para que la cadena de valor del sector invierta de manera rentable en vehículos cero emisiones. De ahí que hayan indicado que es esencial que, tanto el Gobierno como las Administraciones Públicas, en colaboración con el sector privado, establezcan un plan vinculante que, entre otras prioridades, agilice la obtención de permisos para la instalación de puntos de recarga planificados para el transporte pesado, impulse la actualización las redes eléctricas o facilite el establecimiento de áreas adecuadas para la recarga de camiones. Según el acuerdo del Parlamento Europeo y el Consejo sobre el Reglamento de infraestructuras para combustibles alternativos (AFIR, en sus siglas en inglés), los estados miembros de la UE deben presentar su plan nacional para cumplir los objetivos de infraestructuras antes de 2024.
Convivencia tecnológica
Mientras se registran avances, Faconauto y la Fundación Repsol abogan por usar todas las tecnologías disponibles que contribuyan a la descarbonización de la movilidad. “Los combustibles renovables han de ser tenidos en cuenta e impulsados por futuras políticas”, aseguran, y también defienden la necesidad de establecer un marco normativo que incluya a los actuales motores de combustión en el camino hacia la neutralidad tecnológica.
Sostenibilidad y rentabilidad
“Limitar el futuro de los vehículos pesados únicamente a las tecnologías electrificadas no sólo no genera beneficios tangibles para la descarbonización hoy en día, sino que la retrasa”, aseguró la vicepresidenta Ejecutiva de Faconauto, Marta Blázquez, que reclamó a Europa tiempo para afrontar la descarbonización del transporte “desde la sostenibilidad, pero también desde la rentabilidad”.
Por su parte, la presidenta de la división de vehículos industriales de Faconauto, Pilar Fernández, indicó que “el sector está dando los pasos para acelerar la descarbonización del transporte, con los concesionarios, por cierto, haciendo ya importantes inversiones en este sentido. Ahora toca pedir el mismo nivel de esfuerzo y compromiso al resto de los actores involucrados en este proceso, particularmente a Gobiernos y Administraciones Públicas. Nuestro sector se mueve en función de la oferta, la demanda y parámetros de rentabilidad y cuanto antes veamos un retorno en las operaciones con vehículos electrificados, antes llegaremos a este objetivo común de descarbonización”.
